17.12.10

The Good Wife 2x9: contra la pena de muerte (cameo de The Wire)

Esta mañana leía una noticia sobrecogedora. Ayer, un juez había permitido llevar a cabo la ejecución de un preso en Oklahoma con el uso de pentobarbital ante la escasez del habitual pentotal sódico (aquí podeis leer la noticia). El pentobarbital es un sedante que se utiliza para sacrificar animales. Un ser humano sacrificado como un animal, por cojones. Me parece espeluznante. Y sigue pasando en EE UU, el país, según ellos, más avanzado y democrático del mundo. Acabo de ver el episodio 2x9 de The Good Wife y me he quedado de piedra. En el episodio, claramente contrario a la pena de muerte, se habla concretamente de esto, de la posibilidad de matar a un reo con un sedante para animales al haberse caducado el que se usa normalmente. Pero, si la ficción supera a la realidad, la ficción televisiva yanqui la dulcifica. Mientras el Estado quiere impepinablemente llevar a cado la ejecución, el bufete en el que trabaja Alicia tiene nueve horas para evitarla, y sabes que lo van a conseguir, siempre lo hacen, pero el final feliz no quita que me haya estremecido con algunas de las escenas. Ver al reo, interpretado por Chad Coleman (imdb), el boxeador de The Wire, esperando, insistiendo una y otra vez que es inocente, con la necesidad de poder ver a la hija que no ha visto en 10 años antes de morir, con la incertidumbre de lo que va a pasar, se mezcla con la frialdad del jefe de prisiones, que es capaz de llamar a un conocido en vacaciones para que le acerque la anestesia legal y así llevar a cabo la ejecución, evitando trabas burocráticas. El bufete en el que trabaja Alicia se une como una piña para frenar la ejecución, lo hacen en sábado, y ha sido muy acertado verlos sin maquillar, sin peinar, vestidos de sport, con los papeles sobre la cama, prestándose la corbata unos a otros, siendo HUMANOS. Como ese policía que, de espaldas a su jefe, que le ha negado la visita de la hija, les chiva que en unos segundos pasará el preso y ella podrá verle. Como ese juez, casado recientemente con una mujer anti pena de muerte, que les chiva entre líneas el agujero legal con el que pueden frenar la ejecución. Como la hija de Alicia, agnóstica, que se anima a rezar con su amiga creyente porque necesita hacerlo. La pena de muerte a debate. Creo que pocas veces se plantea el tema en televisión y no está de más hacerlo. El jefe de prisiones no es el diablo. Se justifica: "Vivo en un mundo en el que hay que obedecer las órdenes". Ojalá alguien ordenase YA el fin de este asesinato legalizado.

PD. Para no quedarnos de bajón, tenía que comentar el comienzo del epi con ese sueño húmedo de la siempre recatada Alicia, montándoselo con Will, y decidiendo poco después, cerveza en mano, que la vida son dos días y que hay que aprovechar lo que venga. ¿Se avecinan cambios?

2 comentarios:

Elisa Díez dijo...

Un gran capítulo sin duda. Me impresionó que la serie se posicionara contra la pena de muerte de una manera tan clara. No estamos acostumbrados a que estos yankis se poscionen tan claramente.
Y esperemos esos cambios, que eso de perdonar al marido no se lo cree ni ella...

Mariló García dijo...

Butaques, yo soy del team Will. Me enamoré de él cuando lo ví en In Treatment!