21.5.11

Corteo, del Cirque du Soleil (Circo del Sol): David Lynch dirige Carnivale


El Cirque Du Soleil (o Circo del Sol) está en Madrid con su espectáculo Corteo (cortejo). Gracias a unos amigos de mis padres a los que le prestaron unos abonos para ver el Real Madrid-Barça, vamos invitados. Nos acercan en coche hasta la Puerta del Angel, aunque hasta la entrada hay que andar por un camino de cabras por el que suben y bajan los coches y taxis. De noche no me quiero ni imaginar como debe de ser esto. Una vez dentro del recinto, echamos un ojo a las tiendas, donde venden gorros de bufones, máscaras de carnaval y todo tipo de merchandising. Todo, carísimo. Para haceros una idea, que fue lo que me pareció más sangrante: no había botellas de agua. Si querías agua tenías por obligación que comprar unas botellas de aluminio, a modo de termos, que costaban 5 euros. Lo más alucinante fue escuchar por boca de la chica que lo vendía, que el agua era del grifo y que la podías rellenar cuantas veces quisieras. Acojónate! Y eso que hacía mucho calor y que había mucho niño. Llámame precavida pero yo me llevé el agua de casa. Si querías un mojito, por ponerte un ejemplo más exótico, el vaso te salía por 8 euros. De coña. Nos metimos dentro pronto ya que bajo la carpa hacía calor. El espectáculo dura dos horas, a lo que hay que añadir media hora de descanso. Nos sentamos en unos buenos sitios, la verdad, que cuestan 99 euros cada uno (que no es moco de pavo). La carpa está llena. Los integrantes del Circo, que son mínimo, unas 60 personas sólo sobre el escenario, pasan por entre las sillas, hasta que empieza el espectáculo. Yo había visto al Circo del Sol hace años, con su espectáculo Alegría, y he de reconocer que Corteo me ha gustado menos, pero no por ello es menos espectacular. Las canciones son un poco caspa, pero te ríes y hay momentos muy emotivos, aunque lo primordial es que son muchas veces las que te ves con la boca abierta, como un niño, sin darte cuenta.

Al loro lo que hace este pollo con una escalera :0


El leit motiv es un poco macabro, pues asistimos al funeral de un hombre, así que mientras los payasos, malabaristas, atletas en una palabra, hacen sus números en el centro de la pista, a los lados vuelan, enganchados del techo, ángeles de la guarda. Lo original de esta pista es que tiene a ambos lados al público, dando la sensación de que frente a nosotros haya un espejo. De impacto es el primer número, con trapecistas que se suben a lámparas de araña gigantes, sin red, haciendo unas piruetas y posturas que se te encoje el corazón. Muy logrado el momento en el que una pareja de enanos ya de cierta edad hacen su número como metidos dentro de una bola de cristal invisible, con una plasticidad que no te esperas. En general, es un ir y venir, un trasiego un tanto loco. Como si David Lynch y su enano de Twin Peaks y sus grotescos personajes (hay un gigante en este circo) hubiera firmado la serie Carnivale, aquella en la que todo pasaba en un circo un tanto peculiar e insólito. Pero, no sé, recuerdo la otra vez que vi el Circo del Sol con más intensidad. Tal vez, porque era la primera vez. En fin, Corteo es para disfrutar de las maravillas que se pueden hacer con el cuerpo humano, donde casi todo es posible. Más info.

+Si quereis fliparlo.

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