8.10.11

Piloto. Hart of Dixie, una Gossip Girl en Alabama


No me creo a Rachel Bilson como una cardiocirujana (Zoe Hart). Es como pretender que Blair Waldorf deje su Upper East Side por Alabama (ya tengo mi ración de cambio radical con las chicas de Hot in Cleveland). Es como ver una versión teenager de Off the Map, la fallida serie que siguió a Anatomía de Grey. O una modernización superficial de clásicos como Doctor en Alaska (para versión femenina ya teníamos Men in Trees). Además, pretenden que la dulce Bilson se parezca a House, ya que no empatiza con los pacientes ni le importa. Eso le echa en cara el médico que le niega trabajar en Nueva York: “Ver a los pacientes como personas a las que ayudar, no como puzles que resolver”. Parece una frase de la doctora Cuddy. Como buena gossip girl, Zoe está más pendiente de sus shorts y sus tacones que de sus nuevos amigos "pueblerinos" que poco o nada le van a enseñar (obviamente esto irá cambiando hasta hacerla mejor persona, previsible). "Alabama es mi purgatorio", dice esta new yorker que ha dejado un loft en el Soho. "Compraré algo online en Barneys", dice cuando ve su nueva casa. Para la madre es una bendición que las cosas se le pongan difíciles (“mamá piensa que es una señal para que sea modelo de manos o algo así”), aunque lo que condiciona a Zoe es la opinión de su padre, un cirujano al que practicamente no ve.

La música popera-chicle no ayuda, ni ver al genial Calamar de The Good Wife (George Tucker) hecho un pamplinoplas. Son personajes que han dejado sus confortables vidas para reencontrarse a sí mismos, para volver a las raíces. En Alabama son más felices. Todo esto está como muy trillado, ¿no? Para Zoe las cosas no serán tan fáciles, ya que como buena queen bee fuera de lugar conoce a su némesis, Lemon Breeland (Jaime King), una de las Belles, jóvenes de élite que mantienen vivo el espíritu sureño. Tampoco me convence "esta maldad de pueblo" o la también previsible relación entre Zoe, Lemon y su prometido, que no es otro que... Calamar.

Habría que darle el premio "empleada del mes" a Nancy Travis (aquí la ayudante del médico): la madrastra de Barney en Cómo conocí a vuestra madre y madre del novio de Bree en Mujeres desesperadas. Suya es una de las mejores frases del piloto (pelín exagerada), al hablar de la malísima Lemon: “La familia de Los Soprano no tiene nada que envidiar a esas chicas”. Me encanta ese momento en que la camarera gorda está a punto de parir y todas las pijas se alejan como si las fuera a salpicar. Para rematar, qué seria de una serie teen sin su correspondiente dosis blogger. La hija de Nancy Travis es la adolescente cotilla online. “Tengo todos los dvd de Sexo en Nueva York, apuesto a que eres una Carrie”, le dice a Zoe. A lo que ella contesta: "Soy una Miranda a la que le hubiera gustado ser una Carrie". Penoso.

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