24.4.12

Restaurante japonés Kabuki Wellington, fusión cinco estrellas


Fuimos al restaurante Kabuki Wellington (web) en una ocasión especial, mi cumpleaños. Los 100 euros por cabeza no te los quita nadie. España no es Tokio, donde comíamos tirado de precio. En Kabuki pagas por la fusión y originalidad de sus platos. El menú degustación sale a 91 euros sin bebida. No lo pedimos porque preferimos pedir a nuestro aire. El servicio es muy atento y si le dices lo que quieres, te aconsejan de maravilla. Te ponen más o menos picante, según tu gusto. Recomiendo echar un vistazo antes a la web, vienen algunos platos que no están en carta (como la famosa trilogía del Kabuki). Hay que reservar con tiempo (nosotros lo hicimos con dos semanas). También está la opción barra, más económica, desde la que ves en primera fila cómo trabajan los cocineros. Los platos se hacen al momento. Nosotros estábamos sentados cerca, y veíamos cómo los hacían. El ambiente del restaurante es bastante animado. La gente hablaba en alto, y a nuestro pesar, y por el barrio en el que está, había cerca una mesa con una familia que no paraba de criticar a la España de izquierdas, por decirlo finamente. Aún así, nada que objetar. También vimos entrar al ex jugador del Betis, Belenguer. Arriba, el aperitivo: una especie de calamar frío y, en el medio, mango y piña con salsa arlequín (un poco ridículo). Abajo: la vista desde mi sitio de la barra con los cocineros preparando los platos.
Lo mejor: el servicio, los pescados crudos (usuzukuri) y la fusión, original. Lo peor: escasez en algunos platos (con un elevado precio, tienes opción de medias raciones) y algunos insulsos, que no deberían ni figurar en la carta (como la tempura de langostino y verdura). No pedimos vino. Tomamos cerveza Asahi (23,75, cinco tercios) y agua Numen (4,40), que no te dejan en la mesa, si no que va rulando de mesa en mesa. Después del aperitivo, estos fueron los platos, servidos de uno en uno, con tranquilidad (estuvimos sentados tres horas).
Media ración de usuzukuri de atún picante a la bilbaina (14,85). Extraña pero riquísima fusión.
Media ración de usuzukuri de pescado blanco (pargo) con papa arrugada y mojo (14,85).
Media ración de usuzukuri de toro con pan con tomate, soja y aceite de oliva (17,80). El mejor de los tres, con el pan rallado.
Media ración de usuzukuri tartar de toro. Ventresca de atún, cebolleta con huevo crudo de corral y wasabi... dividido (25,50). Esta ración se nos quedó corta. Al dividirlo puedes pedirlo con más o menos picante.
La trilogía del Kabuki (24,35): nigiri de hamburguesa de wagyu con cebolla caramelizada y tomate; nigiri de huevo frito de codorniz con trufa y nigiri de pez mantequilla con cebolleta y trufa. Muy rico. Si te ven perdido te lo recomendarán. Yo, también.
Futomaki de cangrejo frito, aguacate y huevo hilado (22,50). Tienes variedad de sushi. Éste me gustó especialmente.
Tempura moriawase, de langostinos y verdura (22,50). Este plato sobró. No pone una ración para dos, ya que son tres langostinos y piezas de verdura (no más de ocho) que no se repiten. Demasiado caro.
Al quedarnos con hambre, pedimos maki California Hosomaki (7,50), que estaba rico, pero nada más. No tenía nada especial, de ahí su económico precio.
Solomillo de buey del Valle del Esla (37). Muy rico, pero para una persona, no da para compartir. Viene acompañado de dos salsas, una picante.
Texturas de chocolate, de Oriol Balaguer (12,50). Es un pasote, ideal para compartir (el café, 3,50). Es una especie de tarta de dos chocolates, sobre teja, también de chocolate, con un bombón encima, una frambuesa y al lado otro trozo de diferente textura de chocolate. Hay quien pide los famosos churros con chocolate, que vienen servidos en una taza pequeña, con cuatro palitos de churro.

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