2.5.12

Mujeres desesperadas 8x20: ¿han perdido las chicas su poder?

(con spoilers) En el episodio 8x20 (Lost my Power) de Mujeres desesperadas he pensado de pronto: ¿por qué Bree no le cuenta la verdad a su abogado e incrimina a Carlos que parece querer pasar el resto de su vida en un minúsculo habitáculo? Como le dice Gaby, por mucho que quiera, seguirá siendo un tiburón. Otra clase de tiburón, ya que ambos se pelean por la fortuna de una viuda rica, interpretada por la grande Doris Roberts (imdb), a la que he visto hace poco también en Hot in Cleveland (Poquer de reinas). Pero Carlos quiere cambiar. Pues Carlos, hijo, si quieres cambiar hazte un favor y entrégate, porque no haces más que joderle la vida a los demás, empezando por tu mujer. Gaby es egoísta, pero siempre lo ha sido y siempre lo será.

Como me venía imaginando ya en el episodio 8x19, Bree se ha enamorado de su abogado, como ya le ocurrió a Charlotte en Sexo en Nueva York (poco original). Y eso a pesar de que Scott Bakula le hable de su gigantesca próstata. Eso echaría para atrás a cualquiera. Pero no a Bree que es capaz de darse de esta forma tan altruísta. Mucho más caritativa (en todos los aspectos, también en la cama) que su vecino Carlos Solís. Bakula tiene uno de los diálogos memorables del episodio, al decirle a Bree, defensora de las armas: "¿Las armas, en plural? ¿Es para poderlas combinar con los zapatos?". Si el abogado éste fuera listo ya habría tirado de la manta. Seguro que es su caso más complicado. Y también su relación. No hay nada peor que una republicana hipócrita.

Mientras tanto Susan quiere recuperar a su hijo que, sin su padre el fontanero, se siente marginado en el colegio. "Está en nuestro ADN enamorarnos de tipos que nos rescatan". Susan ha criado a un hijo tan dependiente como ella. También está en su ADN pedir ayuda a sus vecinos machos cuando las cosas se ponen feas (podían haber hablado los gays de esta situación tan inverosímil). Así no, Susan. Poco potencial le veo ahora mismo al personaje. Nada que ver con Renée, que quiere saber por qué está implicado su futuro marido en el juicio de Bree y es capaz de fastidiar su boda con tal de salirse con la suya. Inteligente, pacta con él saber la verdad antes de la luna de miel. ¿Cómo se lo tomará Renée, se enterará antes? En Wisteria Lane al final serán TODOS sospechosos. Por cierto, que Vanessa Williams me da que ha adelgazado un montón.

Lynette no quiere recuperar a sus hijos, si no a su marido Tom. Esta trama me ha parecido pelín fuera de lugar, pero muy morbosa. Querer joder la relación de tu ex a través del trabajo (y con su jefe), parecía algo sagrado e intocable hasta ahora para Lynette, una tía que puede ser cualquier cosa, pero curranta es un rato. De pronto, la vemos de lo más malvada. Pero ya sabemos que en Wisteria Lane el karma funciona y todo esto se le volverá en su contra cuando menos se lo espere.

Nos quedan sólo tres episodios para que se acabe Mujeres desesperadas! Qué desesperación!

3 comentarios:

Flor dijo...

El tema de linette con tom me pone los pelos de punta desde q se separaron, creo porque q es lo mas parecido a la vida real y cotideana en la vida , exceptuando este ultimo capitulo con el jefe q no me cierra. Son 2 despechados q se olvidan q ademas de ellos hay hijos de por medio.
Creo q Carlos va a terminar confesando , el tema es q la confesion tiene complices, si o si van a caer todas , al menos gaby por el parentesco y bree por las huellas. Por un lado quiero q termine para saber q va a pasar y por otro es una melancolia!

Mariló García dijo...

La que más me gusta es Lynette, pero aquí no me ha cuadrado nada lo que está haciendo.

Si Carlos confiesa, como dices, van todos detrás, pero sólo quedan tres epis y no sé cómo lo resolverían. No creo que haya más muertes, pero a saber...

Y yo no quiero que acabe!

google maps dijo...

Yo también creo que ahora que Susan se ha quedado algo más tranquila, probablemente sea Carlos el que confiese.
No quiero que se acabe con lo que me costo superar sexo en NY :-(