24.5.13

Piloto. The Goodwin Games (FOX), juegos reunidos, juegos aburridos

Se me había olvidado esta serie, The Goodwin Games. Era uno de los upfronts para este año que parecía que no se iba a estrenar nunca. Pero sí, FOX nos enseñó su piloto y no, no me ha hecho mucha gracia. De los productores de Cómo conocí a vuestra madre, The Goodwin Games no va de una madre si no de un padre. Un tipo que al morir propone a sus hijos un maquiavélico juego: competir entre ellos para ganar su inmensa fortuna.

¿La tele del salón es de Mad Men?
Esto, según Beau Bridges (el padre), logrará unir a los hermanos hasta ahora separados. El piloto no me ha hecho ni sonreir ni una vez. Carece de gracia, la verdad. Eso sí, la historia es muy original, ya que los juegos que propone este hombre están elaborados. Por ejemplo, cuando se retan al Trivial las preguntas son sobre ellos mismos, para que rememoren anécdotas entre hermanos.
El de la izquierda no sale, han cambiado al hermano lerdo.
La prota es Becki Newton, que ya interpretó a la novia stripper de Barney, y tenía más gracia allí que aquí. En The Goodwin Games se limita a ir por delante de sus hermanos, que para eso es la niña de los ojos de su padre. Su hermano mayor, Scott Foley, es el típico médico que no quiere ni oir hablar de su antiguo pueblo, y el menor (Jake Lacy, T. J. Miller) es una especie de Napoleon Dynamite, con cara de lerdo pero gran corazón (tiene una hija a la que no le dejan ver). El piloto nos muestra además una cosa de lo más extraña. Además de los tres hermanos, para provocar la diversidad multicultural tenemos a otros dos personajes. Una albacea asiática (Melissa Tang, que debe de velar por los intereses del padre) y un chaval negro (Jerrod Carmichael) que también se puede llevar el premio, pero que nadie sabe a cuento de qué el padre lo presenta como otro de sus posibles herederos (este actor es malo redomado). Al carecer de chispa y de gags solventes, el piloto se deja ver por la originalidad, pero se te olvida pronto.

El hermano de Jeff Bridges alcanzando el Nirvana.

No puede dar para una temporada, aunque nunca se sabe. Si en Cómo conocí a vuestra madre hemos estado ocho años esperando verle la cara, en The Goodwin Games podríamos estar la tira de tiempo esperando a saber cómo se conocieron y desunieron estos hermanos, quién es el chico negro, por qué el padre está forrado y qué hace realmente ahí la china. Y, por supuesto, qué pintaba la madre en todo este embolado. No la seguiré viendo.

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