31.5.13

Restaurante Ramon Freixa: menú 90 minutos imprescindible explosión de sabores

Flores, aceitunas rellenas, bocaditos de queso, pan con aceite.

Había comido en Ramon Freixa (web) en 2011 invitada por el canal Fox que celebraba su décimo aniversario. Fue un menú cerrado, que me gustó en general, excepto el postre. No había vuelto hasta ahora, y después de haber comido en Diverxo el listón estaba bien alto.

Buñuelos de morcilla y pizza de salchichón.

Llamé por teléfono para reservar, pero comunicaba constantemente, así que les envié un email en el que además les comentaba que sería una cena especial por el cumpleaños de mi chico.

Ferrero relleno de foie (se come el papel de aluminio), melón con morcilla, crema espárrago con huevo, sopa fría mojito.

Me aceptaron la reserva de un día para otro, lo que me sorprendió bastante (el restaurante tiene dos estrellas Michelín). Pensé que sería más complicado.

Ceviche de atún con salsas, setas y habas.


Los menús sólo los sirven hasta las 22.30, así que fuimos un poco antes. El ambiente del restaurante combina lo moderno con un toque retro, los camareros son todos hombres, uniformados, y te van explicando cada uno de los platos, todos los ingredientes que lleva y la mejor forma de comerlo (imposible asimilarlo todo, demasiada información). En este aspecto Diverxo me gustó más porque son más cercanos, no hacen que sea incómoda la experiencia. Te puedes sentir cohibido cuando aterriza el plato en la mesa, con esos silencios solemnes. En Diverxo los camareros, hombres y mujeres, son menos estrictos. Le falta al personal de Ramon Freixa el toque casual que tiene él mismo.

Panes caseros, mantequilla, aceite.

Al ser un menú sorpresa te van llegando platos hasta que pierdes la cuenta. Puedo decir ya que éste es uno de los mejores restaurantes donde he comido. Pedimos el menú 90 minutos, a 75 euros, con un montón de platos (introducción, entrante, plato principal, postre, vino), una excelente forma de probar de todo un poco.

Plato principal: carne, sopa, medio níscalo.

Tardamos más de los 90 minutos porque nos lo tomamos con calma. Era un gusto paladear y disfrutar de cada sabor.  Todas las fotos que has visto hasta ahora son entrantes. El plato principal te lo dan a elegir: carne o pescado. Un poco antes de los postres salió el propio Ramon Freixa a preguntarnos por la experiencia. En el salón éramos en total cinco mesas, tres de ellas con extranjeros.

Primer postre, chocolate.

En el postre, además, nos trajeron un dulce de leche exquisito con una vela, todo un detalle (abajo). El toque cercano, además de la presencia del chef en la cena, fue el pan, elaborado por su propio padre en Barcelona, o el vino que incluye el menú que se hace en Navarra especialmente para el restaurante.

Helado, bomba de chocolate, dulce de leche.
 

Además del menú, pedimos dos cervezas (Mahou, a 5 euros cada copa). El servicio de pan (intenta probarlos todos) y agua (del grifo, porque llega en botella de cristal sin marca) te lo cobran a 6 euros. El café con leche o té a 4 euros. Con el café llegan dos bombones, cornetos de crema y una copa llena de chocolates y unos dulces de wasabi.

¿Repetiría? Sin dudarlo. De lo mejorcito. La pena es que no recuerdo qué llevaba cada plato...


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