13.9.14

Critica y curiosidades Yves Saint Laurent, con Pierre Niney como el diseñador

Pierre Niney en bañador en la piscina, años juveniles de Yves Saint Laurent
Cuandp Yves Saint Laurent apareció desnudo en una (ya) icónica fotografía, el mundo descubrió el volcán que parecía hervir dentro de este, más bien, apocado diseñador. ¿Quién era realmente uno de los genios indiscutibles de la moda, quién se ocultaba tras esa máscara imperturbable? Este biopic, dirigido por Jalil Lespert y basado en la novela de Laurence Benaïm, indaga en las dos relaciones más importantes que mantuvo el francés hasta su muerte: la moda, que llegó a obsesionarle hasta límites enfermizos pues la consideraba una forma de arte llevada hasta sus últimas consecuencias, y Pierre Berget, el amor de su vida, su colaborador fiel, personaje indispensable para entender cómo se creó (y se defendió) el imperio YSL. Para encarnarlos, soberbios Pierre Niney (20 años no importan) y Guillaume Gallienne (Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!) y no sólo por su enorme parecido físico. El tándem que forman logra mostrar, casi sin palabras, la complicidad que ambos mantenían, a pesar de las horas bajas, que fueron muchas debido a las depresiones que sufría el diseñador, siempre insatisfecho. El cuidado diseño de vestuario, las variadas localizaciones (YSL vivió en Marruecos), los curiosos secundarios (Karl Lagerfeld no se salva) y los saltos en el tiempo refuerzan una interesante historia (YSL vivió sus años locos a contracorriente de todo y de todos) para cualquier amante de la moda. Se quedan cosas en el tintero, porque, tras su muerte, ¿dónde queda su legado 
artístico?

Más curiosidades sobre estilo de Yves Saint Laurent.
 
El icónico desnudo de YSL en la peli
“Los perros son parte de mí. Crecí con ellos y los adoro”. Así es como Yves Saint Laurent (1936-2008), que comenzó como asistente de Dior en los 50, se dirigía a sus modelos, como si fueran mascotas…, a las que sí idolatraba. “Mis heroínas son mis modelos. Mi única batalla es vestir a la mujer“, diría. O eso cuenta el biopic de Jalil Lespert, que se centra en la ascensión del “pequeño príncipe” (interpretado por Pierre Niney) hasta crear su propia maison, y el artista Pierre Bergé (Guillaume Gallienne), su amante, amigo y colaborador hasta sus últimos días, cuando el modisto francés, siempre obsesivo con su trabajo, ya sólo era feliz creando sus dos colecciones anuales. “Ten cuidado con los tímidos, ellos gobiernan el mundo”. En efecto, YSL, inseguro y retraído, encontró en el orgulloso y pragmático Bergé la alianza perfecta. Siguió innovando en la alta costura, un concepto que en los 60 Karl Lagerfeld, de su círculo de amigos –YSL tendría un sonado affaire con su novio–, tacharía de prehistoria: ¡Donde estuviese el prêt-à-porter! Multimillonario a los 26, decidió disfrutar, ya tarde, de esa juventud perdida. Y llegó el desmadre, las drogas, el sexo ocasional…

Los vestidos inspirados en Mondrian, los más copiados de la época (y siempre)
Tras su homenaje a Mondrian, creando uno de los vestidos más copiados, el rebelde YSL vistió a la mujer de esmoquin. Un desafío tan insolente como aparecer desnudo: el antiguo seminarista se convertía en Jesucristo. Creador incansable, pero siempre humilde, nunca olvidó una de sus máximas: “Sin las costureras, mi trabajo no se podría realizar”.
[Texto publicado en Cinemanía de septiembre]

1 comentario:

Mariló García dijo...

Gracias Emma! Cambiado!