7.3.15
Crítica Maps to the Stars, desolador e hilarante thriller
“El infierno es un mundo sin narcóticos”. Quien lo afirma es un
espectro; la alucinación de Havana, una actriz vanidosa, clasista y
cínica; obsesionada con la fama, estreñida por el Vicodin y el superego,
enferma de superficialidad. Una magnífica Julianne Moore (mejor actriz en Sitges y lo más sobresaliente de Maps to the Stars), cual Lindsay Lohan cincuentona, llorica y consentida, ahogada en un cóctel molotov de drogas, promiscuidad y afectación.
Porque para estos fantasmas de carne y hueso, el infierno no es otro
lugar que este Hollywood de pesadilla: un cruel y descarnado mapa de las
estrellas con el que David Cronenberg afirma que la
idealizada fábrica de nuestros sueños es simple y llanamente “una casa
de putas”. Palabras del siempre combativo John Cusack
en una entrevista, aquí un gurú charlatán, que esconde un oscuro
secreto, como todos en esta despiadada e implacable sátira, con
delirantes secuencias y soberbias interpretaciones. La actriz depresiva que odia a su madre pero quiere ser como ella y
el niño prodigio, rehabilitado, pero malcriado e insatisfecho. Ambos,
alimentados por esas visiones y por los más infames cotilleos (es lo que
tiene ver al mismo agente, el primigenio foco de infección), comparten
una frase kármica con una tercera (y misteriosa) víctima, aparentemente
ajena a este maquiavélico e insano juego, una niñera (el mejor papel de Mia Wasikowska), amiga tuitera de Carrie Fisher (¡quién si no!). En fin, un valiente y petulante puzle nutrido de incestos, cienciologías, incendios, traumas, reality shows, fiestas y limusinas (el conductor Robert Pattinson cambia de asiento tras Cosmópolis), que cobra sentido cuando el fan compra (literal) la mierda de su ídolo. Un 'thriller' desolador e hilarante. El crepúsculo de los endiosados a ritmo de El séquito [Crítica publicada en Cinemanía marzo 2015]
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