6.8.14

Halt and Catch Fire (AMC), clonando ordenadores en los 80

Cuando se estrenó Silicon Valley (HBO) su piloto no me llamó la atención. Protagonizado por un grupo de chicos afeados y torpes emocionalmente, pero cerebritos de los ordenadores, me recordaba demasiado a chavales como los de Big Bang. No pasé del piloto ni escribí sobre ello porque me parecía que HBO se había marcado una Girls protagonizada por nerds (en Looking son gays, otra que no sigo) y ya estoy un poco cansada del postureoHBO. Como AMC, últimamente, copia con descaro ya asumido las ideas de HBO, estaba esperando la serie sobre el futuro de la tecnología que me tendría preparada AMC. Pues ya ha llegado y se llama Halt and Catch Fire, un nombre que dio IBM a un código ficticio (aquí tenéis su significado actual). Dirige Juan José Campanella (Futbolín).

 

Subido originalmente el 13.06.14.
(opinión, contiene spoilers de los siguientes episodios)
  1. I/0
  2. FUD
  3. High Plains Hardware
  4. Close to the Metal
  5. Adventure
  6. Landfall
  7. Giant
  8. The 214s
  9. Up Helly Aa
  10. 1984 (final)
Está protagonizada en 1983 en Dallas por tres personajes (aunque parece actual), cada uno en su estilo, y ¡gracias! hay una mujer entre ellos. Joe MacMillan, una especie de Gordon Gecko del mundo de los ordenadores, con la altura de Lee Pace (Pushing Daisies). Este tipo, misterioso, te cae mal de inicio, atropella a un armadillo con su Porche, es engreído, pero sabe muy bien lo que quiere. Es ambicioso, manipulador, un kamikaze en lo suyo. Trabajó en IBM y su meta es construir su propio ordenador aunque sea de forma ilegal.



En Cardiff Electric, la empresa tapadera que pretende utilizar para su aventura, conoce y utiliza a Gordon Clark, uno de esos visionarios, que teoriza sobre el invento en un libro y lo intentó hacer realidad junto a su mujer fracasando estrepitosamente (aunque está orgulloso de su Symphonic). Scoot McNairy (visto en Argo) lo clava: un padre de familia, insatisfecho, que se emborracha y, menos mal, cuenta con una mujer comprensiva, tanto que asusta, la verdad (su mujer es Kerry Bishe que también interpretó a su pareja en Argo). Este tipo se deja arrastrar por el impulsivo MacMillan, creando entre los dos un prototipo gracias a la ingeniería a la inversa (ni puta de lo que es esto, pero se tirán un fin de semana para dar con ello, ¡y a mano!).

El tercer componente de estos tres mosqueteros es una joven ingeniera, Cameron, que trabaja de camarera en un garito donde se pasa las horas muertas jugando a los marcianitos. Sabe más que nadie, pero es una inexperta, en realidad. A Mackenzie Davis le han hecho un corte de pelo que ni hecho aposta, horroroso, es como una punky dulzona de los 80. Halt and Catch Fire, cuyo título odio infinito, cuenta con grandes actuaciones, aunque a Lee Pace le veo algo forzado, una banda sonora que mola un montón (de Thomas Golubić, que ya ha trabajado para Breaking Bad y A dos metros bajo tierra) y, sobre todo, una realización que me recuerda a Rubicon. La trama no avanza mucho, los personajes interactúan en espacios muy cerrados, con luz tenue, son personajes grises que dependen de grandes corporaciones, pero cuyo trabajo es excepcional.

Para saber más sobre la música de la serie.


Curioso escuchar qué creían que iba a ocurrir con los ordenadores en un futuro, o ver ese cine en el que han estrenado Star Wars: el Retorno del Jedi o esos diálogos con los que todos, hoy en día enganchados al ordenador,  nos sentimos identificados, como cuando la mujer de Gordon aparece por sorpresa y le pilla construyendo el ordenador. "Pensé que llegabas el lunes", le dice asustado Gordon. "Hoy es lunes", se resigna ella. Habrá que ver cómo se complementan estos tres y cómo hacen para torear a IBM y compañía. El enigma que esconde MacMillan me interesa: ¿qué hizo durante un año desde que se fue de IBM? Entiendo que la mujer de Gordon, que es como ellos, tendrá algo que decir en un futuro. Unos adelantados a su época que están dispuestos a todo con tal de conseguir su sueño. Compro.

En Paycheck ya vimos lo que era la ingeniería inversa


Halt and Catch Fire 1x2 FUD
La trama se va a desarrollar en torno a la fabricación de este ordenador parecido sospechosamente al de IBM. Por eso, Cameron se rebela, porque quiere hacer otra cosa. "Vamos a construir otra caja beige y aburrida", le dice a Gordon, segundos después de que éste bromee con HAL 9000, el robot de 2001: Una odisea del espacio, al comentar que "HAL puede tener emociones reales también y dirigir la nave mientras dormimos". Primera mención a Steve Jobs, parafraseando su lema "darle un mordisco al universo". Y éste parece ser su karma también. La gran escena se la reserva MacMillan cuando se pelea con Gordon en la calle, éste le rompe la camisa como Camarón y descubrimos unas grandes cicatrices en su cuerpo que, dice MacMillan, son fruto de abusos cuando era joven. "Precisamente porque no somos personas razonables y el progreso depende de cómo cambiemos el mundo para amoldarse a nosotros", sentencia entre lágrimas. MacMillan cree que en la portabilidad del ordenador está el futuro: "Tenemos que ponerle un asa".

Halt and Catch Fire 1x3 High Plains Hardware
Annette O'Toole, irreconocible
Gordon se siente como el pájaro herido que ha encontrado en su jardín, aunque es finalmente su mujer quien se lo carga con una pala (esta escena me ha hecho sufrir, que lo sepáis). La mujer de Gordon sigue teniendo los pantalones en casa, de hecho es la que le da la idea de doblar los circuitos para el clon de IBM que están fabricando Gordon y sus compañeros en la recién bautizada sala: Killer Room. MacMillan menciona Silicon Valley porque aparece en la prensa. Aplausos para ese escenón sorprendente en el que Lee Pace, al que hemos visto enrollado con Cameron, se lo monta con el amante de una posible inversora, sólo para obligarla a no cerrar el trato abusivo. MacMillan es bisexual o capaz de hacer en la cama lo que sea para ganar la partida. La señora es  Jean Smart. No es el único cameo loco, descubro tras las pintas ochenteras que la madre de la mujer de Gordon es Annette O'Toole.

Halt and Catch Fire 1x4 Close to the Metal
MacMillan on fire.
Un periodista del Wall Street Quaterly llega a las oficinas presionado para escribir un artículo. No le interesa lo más mínimo hasta que Cameron pierde sus datos y la mujer de Gordon ("hago tu mundo posible", qué grande es) acude a echarles un cable. Lo peor de todo es que MacMillan provoca realmente el desaguisado, prefiere poner en ridículo a Cameron y hacer perder el tiempo a Gordon, antes de que el periodista no escriba nada sobre su invento. El momento llamarada, cuando quema la biblia de IBM que no pueden copiar, no es anecdótico: MacMillan es un cabrón con pintas y hará lo que sea para conseguir lo que quiere. Cuando la policía le detiene y le da una paliza porque sí, me sigue dando pena, paradoja. Consigue con sus artimañas que Cameron (que no sabe la verdad, le descubre la mujer de Gordon) baje la música macarra de sus cascos y sea más cuidadosa con los discketes.


Grande la camiseta de Cameron: "Ignore Alien Orders" (ignora las órdenes alienígenas). Esta frase la llevaba Joe Strummer de los Clash en una pegatina en su guitarra. Y un detalle: Cameron no es tan malota. Cuando es pillada por el vecino de Gordon asaltando la casa, en plan grafitera vengativa, al final no se atreve a ir más allá. Gordon y su mujer jamás podrían pensar que han allanado su casa y mucho menos ella, no se dan ni cuenta del bote de spray que Cameron se olvida encima de la mesa.

Halt and Catch Fire 1x5 Adventure
El gran héroe americano (el del póster, claro).
No hay grupo de geeks que cuando inventan algo no piensen en algún nombre friki. En los 80 los de Halt and Catch Fire barajan varios nombres para su nuevo portátil: Álamo, Estrella de la muerte (por Star Wars) o George (Lucas). "No puedo creer que no os guste Khan", opinan refiriéndose a Star Trek. Hasta que entra por la puerta Cameron: "Lovelace", propone, y antes de que sus asombrados colegas digan nada, continúa: "No Linda Lovelace, salidos, Ada Lovelace". No la actriz porno, si no la primera persona programadora de ordenadores, ya que descubrió el primer logaritmo procesado por una máquina. Y, ojo, hija de Lord Byron. Tuvo una vida corta (1815-1852), pero intensa (wiki). Por este tipo de reconocimientos y datos, para la mayoría, desconocidos, merece la pena esta serie, entre otras cosas. Como ver un póster de una de mis series favoritas cuando era cría, El gran héroe americano (1981-83, The Greatest American Hero imdb) o esos relojes que llevaban televisor incorporado que te dejaban cegato. La idea del episodio, con japoneses de por medio: cambiar el tubo de rayos catódicos por una pantalla LCD. El cameo: el padre de Donna, Chris Mulkey (imdb).  La escena: MacMillan destrozando airado un coche.

Halt and Catch Fire 1x6 Landfall
Muñecas Repollo, telas de fea, por cierto.
Relaciones en la cama, por culpa de ellas, nulas. Cameron quiere conocer a MacMillan, pero éste no se deja, le miente sobre sus cicatrices. Gordon quiere jaleo, pero Donna está estresada por el regalo de cumpleaños de su hija: una Muñeca Repollo "o Pimpollo o como se llame", que se pusieron a la venta en 1983, el año en que transcurre la serie. En España las Cabbage Patch Kids se llamaron Muñecas Repollo, en Hispanoamérica, Pimpollos. Fueron parodiadas en 1985 con la Pandilla Basura (Garbage Pail Kids).

MacMillan a lo Christian Grey de 50 sombras de Grey

MacMillan parece el Christian Grey de 50 sombras de Grey cuando abre la persiana de su lujoso apartamento; entra en el vestidor, elige traje, camisa, corbata. Suena Sooner than Now, de los Sin Cos Tan. Muy grande. Un reflejo en el coche le hace fijarse en una valla publicitaria con un elegante tipo, sin corbata, sólo con traje, que anuncia perfume Xavier (sospechosamente se parece a Armani). MacMillan se quita la corbata e incluso la chaqueta, me recuerda a American Psycho. Parafrasea a Henry Ford (fundador de la marca de coche) al presentar el prototipo: "Un hombre con talento comparte sus dones con el mundo, no son para él, porque él en sí mismo es un don para la comunidad".
Damon Lipari, aquí te pillo...
Un ordenador al que hablar
Cameron, la más visionaria de todos, cree que puede darle alma a la máquina para que interactúe con el humano, como hacía con un muñeco que le regaló su padre (otra vez, guiño ventrílocuo). Me chifla esta Cameron que para inspirarse en sus códigos cuando se queda atascada recurre al sexo, así es como se acuesta con un cachas (Damon Lipari) que vive con ella en el mismo piso. Mientras una tormenta se avecina, Gordon va a unos grandes almacenes de juguetes, Playworld. Como me imaginaba, las muñecas se han agotado, como en aquella peli de Arnold Schwarzenegger, Un padre en apuros (1996) y la búsqueda del muñeco Turbo Man. Pero a diferencia de Terminator, a Gordon le tima un tipo que le cobra 80 pavos por una caja vacía. Cameron besa a Gordon delante de sus compañeros porque minutos antes le han echado en cara que se acueste con MacMillan (esto es muy de bitch). En medio de la tormenta, éste va a casa de Gordon a cenar, con una Donna incómoda por estar los dos solos (¿qué pasará cuando viaje con su jefe tal y como éste le ha pedido?). El otro jefe, igual de ignorante, aconseja a Cameron tener cuidado con sus enemigos: "Eres el futuro y eso les da miedo". Guau! Magnífica secuencia: Gordon con las gafas empañadas por la lluvia rompe el escaparate para hacerse con las dichosas muñecas, oye un chasquido y a la vuelta de la esquina hay una persona muerta en el suelo a consecuencia de una descarga. MacMillan resulta ser un tipo cariñoso con las niñas, sale bajo la lluvia, haciéndolas creer que parará la tormenta. Que las niñas pongan nombre a sus linternas y el verse tan solo le hace ir a casa de Cameron, a tomarse más en serio sus palabras y a confesarle que su madre, drogadicta, le dejó caer desde un tercer piso, lo que le llevó a estar dos años en un hospital. Éste ha sido uno de los mejores episodios que he visto este año.

Halt and Catch Fire 1x7 Giant
Otro magnífico episodio lleno de acción, buenos diálogos y momentos de gran contenido metafórico. Como con Ray Donovan me pasa que cada escena me parece mejor que la anterior, que con cada personaje de ambas series se podría escribir enormes posts individuales. En Giant, nombre que se le dará al invento, Gordon sueña con su muerte como le ocurre a Ray en el episodio 2x1 de Ray Donovan (de hecho, Ryan está en un agujero, como se ve Gordon al final del episodio). Además, MacMillan decide, junto a Cameron, darse pequeñas descargas eléctricas después de beber una botella de tequila, algo que también hace el personaje de Jon Voight en Ray Donovan 2x1, tras pimplarse la misma botella en un pueblo de México. ¿Casualidades? Vaya. El amor parece querer ser explicado en Giant, los estados diferentes del amor. Gordon ama a su mujer, incondicionalmente, aunque siempre tenga la cabeza en otra parte, esté ausente. Su mujer flirtea con su jefe en un viaje de negocios, pero él la rechaza, aunque ella se arrepiente y huye a su casa. Cameron se ha enamorado de MacMillan y sufre porque sabe que éste nunca la amará. El personaje bisexual de Lee Pace es brutal. Hace 10 años estuvo con un diseñador negro, que le crea la carcasa de Giant; entonces, MacMillan le partió el corazón, rechazando su amor; ahora, es Simon, este ex novio, quien se lo parte a él diciéndole que está enfermo. MacMillan ha diferenciado ya su amor por uno y por otro. Mientras Simon es la apariencia (esa carcasa); Cameron es el interior (del ordenador), "lo más importante". Pero MacMillan sigue dudando y así se lo confiesa a Cameron ("¿Te vas a aburrir de mí?"; "No lo sé"). El último estadio del amor es la ruptura: la vemos en John, el jefe de Gordon y MacMillan, que firma los papeles de su divorcio, tras ir a un club de striptease y partirle a uno la cara por llamar marica a MacMillan. Si MacMillan es un tipo retorcido al que le ha dado el bajón; Gordon se ha vuelto rematadamente loco tras sufrir un arrebato de ira. Verle cavar ese enorme agujero a modo de enterramiento de sí mismo es una escena que enlaza con el comienzo del episodio. Gordon, en muchos aspectos, está muerto. A su invento lo llama Giant (gigante), como el protagonista del cuento con el que sus pobres hijas se obsesionan (mejor que la madre no se vuelva a ir más). La frase, cuando Gordon teme que Giant se recaliente, a MacMillan: "¿Qué quieres, que tus pantalones de Armani ardan cuando te lo pongas encima?". John muestra un número de la revista Newsweek (del 5 de septiembre de 1983) con el hacker Neal Patrick en portada. Ésta fue la primera vez que se usó la palabra "hacker" (vía). Con sólo 17 años lideró los 414's, un grupo que se dedicaba a reventar sistemas. El episodio 1x8 de la semana que viene se llama The 214's, supongo que haciendo referencia a este tema.

Halt and Catch Fire 1x8 The 214s
En toda gran historia hay un anillo. En Halt and Catch Fire es la prueba sólida que inclina a Donna a elegir la locura (la de su marido soñador por vender su invento) frente a la futurible tranquila vida junto a su jefe. En esta serie de soñadores triunfan los atrevidos. Que Gordon sueñe con codearse con Steve Jobs, Bill Gates o Mitch Kapor en la Comdex le convierte de pronto en el personaje más ambicioso de la serie, por delante del propio tiburón MacMillán, anonadado de sus pupilos. Las cintas de autoayuda obran parte del milagro, como la osadía de Cameron, que poco menos que los ha vendido (pirateo en vena). Me quedo con esos instantes fugaces de aparente felicidad: la sonrisa de Donna cuando ve a su jefe plantado en la puerta de su casa, indeciso, confirmando que sí está enamorado de ella; o la de su marido contento al creer (no es así) que irá a Comdex (tan seguro se siente después que recupera aquel anillo que tuvo que empeñar por otro sueño). Cada cual vive sus fantasías, son soñadores. Pero he ahí la sorpresa: Gordon, a pesar de la negativa, se paga su viaje a Comdex, irá como sea; Donna, a pesar de las facilidades (su jefe hasta dimite), apuesta por el padre de sus hijas, tan loco como ella (ella se olvidó de esa faceta, más alere, de su vida). Dos mujeres y dos hombres, dos parejas, dispuestos a hacer realidad su sueño, con IBM pisándoles (ahora sí) los talones, con su idea de ordenador portátil en preparación. El desaguisado une a Cameron y a Gordon, que comen pizza y beben cerveza de raíz mientras urden su plan. MacMillan a punto está de renunciar a sus sueños, de volver a IBM, con su padre. “Tú sólo destruyes cosas”, le dice Cameron a MacMillan. “Nunca has creado nada”. “Os creé a los dos”, espeta el todopoderoso entre las sombras. ¿Eres o no eres un soñador? Sólo falta MacMillan. Su padre le ataca: “Tu madre no era una soñadora. Estaba perdida. Un verdadero soñador, alguien que importa, crea algo de la nada. Y eso sólo sucede con un duro trabajo”. Ellos lo van a demostrar aunque sus sueños los dejen en la ruina o les lleven directos a la cárcel.

Halt and Cath Fire 1x9 Up Helly Aa
[INCISO: el título de este episodio Up Helly Aa hace referencia a un festival celebrado en Escocia (wiki) entre antorchas. Me ha hecho gracia que uno de los guías de esta celebración se llame JARL (Chiquito, no puedo)]. Y ahora al episodio:
Las Vegas, a jugárselo todo. Bonita metáfora para esta huída hacia lo desconocido. Qué tecnología ganará, ni idea, piensan en 1983, pero todo vale. Mientras los cuatro protas unen fuerzas y se afanan por dar el pelotazo y atraer la atención como sea (aunque su Giant no esté a punto), el enemigo acecha, y donde menos nos lo esperábamos (porque Donna había salvado el invento en varias ocasiones). Mientras Cardiff Electric miraba al compañero de pupitre de la derecha (IBM), el ex jefe de Donna (al que ella contó su secretillo) y su vecino (aquel al que echó Gordon) echaban un vistazo por su izquierda creando el Slingshot, idéntico al Giant. Los clonadores son clonados y el Giant ya no es único. Peor aún. Al quitarle el alma que le insufló Cameron (deshacerse, según MacMillan, de lo accesorio, la velocidad a cambio de la autenticidad), el gigante se hace diminuto. Y más cuando MacMillan, con el rostro desencajado, descubre un extraño artilugio, al que presentan entre velas encendidas (¿como las antorchas del festival del título?), como si fuera un dios al que hay que adorar. Es el primer Macintosh, con el que MacMillan comparte, ironías de la vida, parte de su apellido. Y el cubo pequeño y blanco, que para nada es un portátil, no sólo mola mucho, además... ¡nos habla! Que los sueños no se hagan realidad no sólo deja a todos deprimidos, también rompe a estas dos parejas. Cameron es tentada para irse a California con la gente de su edad (y de su estilo); ella, en principio, lo rechaza, recordando a Grateful Dead... (chistaco). El último episodio de esta primera temporada de Halt and Catch Fire se llama 1984, un nuevo año en el que todo puede ser posible, pero también el nombre (muy George Orwell) con el que se conoció al invento pergeñado por Apple, que Steve Jobs presentó (con anuncio incluido de Ridley Scott), como haría siempre después, ante una audiencia ansiosa por formar parte del futuo.



Y ya con éste flipad (sale Bill Gates, Fred Gibbons y Mitch Kapor)


Halt and Cath Fire 1x10 1984 (final)
MacMillan pirómano (ver episodio 1x4)
Una pareja se reconcilia, mientras la otra, se rompe. Gordon, el retraído, es ahora el ambicioso (se compra un Porche, se pone traje, se afeita la barba), quiere ir un paso más allá del Giant. Su mujer, en principio, relajada tras obligar a que la despidan de su trabajo, acepta el empleo que le ofrece Cameron, otra que decide dimitir del suyo. Igual que Gordon, Cameron abre los ojos, quiere más y se niega a hacerlo al lado de MacMillan al que ha dejado de querer. Cameron es el futuro, no MacMillan y éste huye hacia la antitecnología, al monte, sin electricidad ni nada. Éste es el final del último episodio de Halt and Catch Fire, una de mis series favoritas del año, que deja la puerta abierta para lo que podría ser otra gran segunda entrega. Con el antecedente de Rubicon, AMC podría ponerle punto y final aquí, lo cual sería una lástima. Quiero volver a ver a "la serpiente de cascabel y al conejito, que en realidad es el cerebro". Desde el inicio del episodio, MacMillan es insultado y menospreciado. Sólo Gordon le da las gracias en público, añadiendo: "El Giant representa lo que eres tú". Lo que le faltaba. A MacMillan, que se siente traicionado en general, se le cruza el cable y decide quemar su invento. 'Eso' no le representa, como tampoco su chaqueta que también quema. Es el doctor Frankenstein deshaciéndose de su creación. Rompe con todo, una vez más. Pero ha llegado tarde, tarde a todo y a todos. Esta escena del camión ardiendo con los primeros Giants que se ponen a la venta a ritmo de los Suuns (el temazo es 2020) es brutal (se usó en este anuncio de Nike vía @telodigoenserie). Mientras Gordon tararea la sintonía de Star Wars y su mujer Donna hace referencia a que MacMillan nunca llegó a ver El retorno del Jedi (episodio 1x1), mientras esta pareja de frikis se intercambia sus votos (ese anillo) en un idioma que sólo ellos conocen, MacMillan parece sufrir un trastorno que le hace replantearse su existencia. Su actitud da cierto miedo y es lo que le restriega Cameron, que es "un niño triste con un potencial desperdiciado".
Como Cameron, la rubia del anuncio de Apple ataca!
Esta Cameron que parece la del anuncio 1984 de Apple, con ese mazo, no atizando a IBM, si no dándole donde más le duele a MacMillan: "No eres el futuro, eres una nota a pie de página". Y MacMillan si algo ha buscado siempre es trascender. Ver ese anuncio de Apple le impacta, aunque Gordon le recuerde que no se ve ningún ordenador en él. No hay nada peor que querer ser otro, la verdad, y Mac Millan se pierde, mientras los demás aúnan fuerzas. Que les exija a sus chicos más y más, hace que estos huyan con Cameron y su nueva empresa Mutiny, el cartel en grafiti. Cameron lo sabe: "Todo es Dragones y Mazmorras con vosotros" y por ahí es por donde tira su negocio, por el juego a través del teléfono con personas reales (Connecting People). "La vida te da limones", exclama MacMillan, pero pretende que otros los expriman para él. "Persigue una fantasía, nunca está satisfecho, no puedo confiar en él". Gordon resume el pensar general. Si estuviera MacMillan nos haría construir una nave espacial se oye decir al final, con Gordon sopesando lo próximo. El talón de Aquiles de MacMillan ya no es Cameron, como ironizaba Donna, es la ropa casual, con la que le vemos cerrar una etapa de su vida. ¿Volverá MacMillan, confiará en él Gordon, serán Cameron y Donna las nuevas genios?

Donna, puestísima, come Twistos.
La curiosidad, yo que siempre ficho las galletas Oreo. Lo que come Donna, cuando, creo, se ha fumado un porro, parecen Oreo, pero son galletas Twist-os, su versión económica.

7 comentarios:

Brat dijo...

Me pasó como a ti, Silicon Valley mucha pereza, Looking y Girls lo mismo. A veces HBO me cae mal, son muy rimbobantes y me da rabia que todo lo que sale de allí cuele, cuando muchas veces son series infladas y ni de coña tan buenas como nos quieren vender. Halt and Catch Fire no es HBO y sin embargo sí puede que la siga (a pesar de la escenita de sexo entre los dos protas).

Mariló García dijo...

Sí, la escena en el cuartito oscuro puede chirriar, pero deja claro que estos dos empiezan con mal pie. Si hubiera sido un polvo satisfactorio me hubiera gustado menos.

Narrador dijo...

Pues no sabes lo que te has perdido, Mariló. Te lo digo desde el corazón. No sé como es Girls, pero Sillicon Valley no es para nada esa serie ni TBBT, de hecho es mas bien una serie gamberra al estilo Weeds. Por ejemplo, hay una escena en donde a los protas les hacen una pintada en la puerta del garaje que muestra a la Estatua de la Libertad siendo penetrada a cuatro patas por uno de los personajes que es paquistaní, pero al que el artista confunde con latino ¿? En otra escena a uno de los personajes lo llevan ante el jefe, que estilo Bill Gates fusionado con un teatral Steve Jobs, y no tiene otra que hablarle a través de un holograma, en plan Star Wars, que se acaba quedando bloqueado, igual que una videollamada, igual que una simple llamada por movil porque el buen señor está en medio del campo. Y no quiero contar la que se lia con un coche con auto-conducción porque es muy surrealista XD
Yo te la recomiendo, es verdad que el piloto deja mucho que desear pero el surrealismo en esa serie es bestial y la mordacidad con que atacan a los millonarios extravagantes que han hecho fortuna con la informatica es hilarante.

Diana P. dijo...

Esta serie me está pareciendo maravillosa, lo mejor de la midseason. Empecé ayer y me he tragado los seis seguidos sin poder parar.

Qué grandes son todos los personajes. MacMillan es un personajazo, con su perenne obsesión por la imagen -gran escena cuando se compara con el modelo de la valla publicitaria- y por salvaguardarla no para de mentir como un bellaco, pero que al estar con la familia de Gordon siente ganas de tener algo real...

Y me chiflan las mujeres, que son más listas que los hombres y las únicas que ven detrás de la máscara de MacMillan. Buenos capítulos, giros, metáforas, montaje de escenas... Coincido en todo lo que dices.

Anónimo dijo...

Me ha encantado este post, realmente reflejas todo lo que yo sentí cuando vi la serie.
Al principio uno si esta escéptico, y como que no quiere la cosa le das una oportunidad y de pronto, ¡zaz! la serie se convierte en una adicción.
La historia, los personajes, la música, todo es impresionante, me da gusto encontrar más personas que disfrutan de la serie, y espero que le den una segunda temporada, porque historias como está lo merecen, de verdad.

Mariló García dijo...

Gracias por vuestros comentarios. SIn duda, una de las series del año. Si os gustó y no visteis Rubicón, también de AMC, os la recomiendo ;)

Anónimo dijo...

muy buena la seria 100 puntos