20.3.16

Happy Valley, segunda temporada

Actualizo con mi opinión sobre el final de la temporada.

Ha tardado más de un año en regresar, pero ya tenemos en marcha la segunda temporada de Happy Valley, para mí, una de las mejores series de 2014.

http://www.cinemania.es/blog/happy-valley-segunda-temporada-quien-es-el-asesino/

Opinión sobre el primer episodio, las diferencias con la primera temporada y los nuevos personajes.

Happy Valley fue una de las mejores series de 2014. Su atípica protagonista, interpretada de forma magistral por Sarah Lancashire, caló hondo: una policía de 50 años mal llevados, que estaba de vuelta de todo en lo personal (qué no le había pasado a esta mujer), y que intentaba evitar que esa pesada mochila emocional se interpusiese en su trabajo. Catherine, que tenía que enfrentarse a la salida de prisión del violador de su hija, no encontraba más que obstáculos en su camino: colegas incompetentes, abuso de poder, ambiguedad legal en cualquier caso. Aunque serena, era lógico entender su frustración, de ahí que nos sintiésemos de su lado cuando el violador se veía implicado en el secuestro de un empresario. Catherine podía, dentro de la legalidad, volver a encerrar al criminal. Como en La caza (The Fall), el espectador conocía a los sospechosos y sus motivaciones. Happy Valley mezclaba los vericuetos legales de series como The Escape Artist con las tribulaciones del criminal arrepentido de Inside Men. Catherine debía atrapar de nuevo al hombre por el que se suicidió su hija, jugándose la vida, en un ambiente de miserabilidad, prostitución y drogadicción. Catherine se salía con la suya y nosotros respirábamos tranquilos. Pero los seis episodios, intensos, eso sí, nos supieron a poco. Queríamos volver a ver a Catherine en acción. ¿La trama de la segunda temporada enlazaría de nuevo con el caso? En efecto, 18 meses después, Catherine parece llevar una vida apacible, junto a su hermana (Siobhan Finneran, Downton Abbey) y su nieto. Parece, porque lo que no esperamos es que sea la madre del violador la que Catherine encuentre salvajemente mutilada. Happy Valley rompe con el estilo original, esta vez desconocemos la identidad del asesino (¿o serial killer?), tampoco comprendemos el móvil del crimen. Además, Catherine se convierte en sospechosa, ya que había amenazado a la víctima (abuela de su nieto). Magnífico suspense, al que se añaden más tramas (el hijo de Catherine vuelve a casa) y personajes (la hermana del violador), entre ellos, ese detective (Kevin Doyle, Downton Abbey) acosado y chantajeado por su amante. La segunda temporada de Happy Valley mantiene la intriga y la atmósfera de pueblo en-el-que-parece-no-pasar-nada, y cuenta con interpretaciones fantásticas, además de las ya mencionadas, las de otros secundarios, actores que los fans de la británica Cucumber reconocerán.

Mi opinión sobre la primera temporada de Happy Valley y su final.

(con spoilers del segundo episodio) 
Se veía venir que el detective asesinase a su amante a lo Glenn Close en Atracción fatal. Seguro que intenta "colarla" como víctima del serial killer. Hay otra subtrama, que no sé si es para despistar o tiene relación, con la trata de blancas y esa vecina que ha logrado escapar de las mafias. Me gusta que la policía tenga que dar explicaciones para asegurar su coartada que evite tenerla como sospechosa del asesinato de la madre del cabrón que violó a su hja. Es que la vida es increíble. Tanto como esa hermana que recae de nuevo en el alcohol. La serie mantiene nivelazo.

Guiño Cócteles fuera de serie (episodio 3) El bar en el que quedan la policía y su amiga se llama Angeliki y es de cocina griega (vemos muchas banderitas).

Opinión del final de la segunda temporada de Happy Valley
¿El asesino nace o se hace? Tres criminales, varones todos, en diferentes niveles. Tres mujeres víctimas de estos hombres por diferentes motivos.
  • El joven que ha matado a las prostitutas no sabe por qué las ha matado. No tiene móvil, es un trastornado. La policía nos descubre al final del sexto episodio que era fruto de una violación de la madre por parte de su padre. Que aunque no lo supiese podría intuir que era en sí mismo una aberración. Es su propia madre quien le dispara en la nuca, para después intentar suicidarse con pastillas. Cuando Catherine descubre el pastel asistimos a una de esas escenas memorables del año: como madre, Catherine, acaricia su cabeza, comprendiendo el dolor que ha debido de sentir para llegar a matar a su propio hijo. Catherine empatiza como mujer y madre: su nieto es fruto de una violación también. La última escena del episodio es brillante: Catherine mira a su nieto, feliz en su ignorancia, qué le deparará el futuro.
  • El detective que se deshizo de la mujer que le acosaba, que calla la verdad, que provoca con su silencio que el joven mate a otra mujer más. Este tipo engaña a todos los que le rodean, pero también es atrapado por Catherine. En su culpa, no hay nadie que le pegue un tiro, pues pesa más el remordimiento. Se deja caer desde un puente y es arrolado por un coche. Él mismo se pregunta cómo ha llegado a ese límite, un tipo respetable, con trabajo, familia e hijos, normal.
  • El criminal que está encarcelado, odiando en silencio a Catherine, intoxicando a varias mujeres a las que promete matrimonio para que le ayuden fuera. La farmaceutica que se hace pasar por profesora y se acerca al nieto de Catherine es una víctima más del guapo mentiroso. Ver a esa Catherine intentando ayudar a la pobre que ha idealizado la relación ha sido también muy interesante. Visión femenina en cualquier caso.
La creadora de la serie quiere una tercera temporada, pero hoy la protagonista ha confirmado que no está interesada en rodarla. Ojalá cambie de opinión porque su actuación es soberbia, una heroína de andar por casa. Si hay tercera temporada veremos al criminal encarcelado intentando vengarse de Catherine de nuevo. Cómo lo hará es un misterio. Hoy confirman en DigitalSpy que Sarah Lancashire estará en la tercera temporada de Happy Valley.

1 comentario:

Juanmita dijo...

Muy recomendable, se aleja de los neones fulgurantes y la sofisticación. La prota lo borda, y carece del aspecto de una adicta al TRX.